Soy
joven: vivo con mamá y papá ('X' somos chav@s)
En
las décadas de los años 60 y 70 era normal que los jóvenes abandonaran la casa
de sus padres lo más pronto posible. Hoy, sin embargo, preferimos seguir
viviendo en el nido familiar.
Y es que resulta más cómodo, barato o
gratuito. Aparte, la necesidad de tener una mejor y más amplia formación
profesional, que nos garantice una futura estabilidad económica ante las
fuertes exigencias de la vida actual, nos
mantiene en calidad de ‘estudiante’, que a su vez nos da el privilegio de
depender (en muchos aspectos) de nuestros padres, incluso podemos darnos el
lujo de experimentar muchas cosas y equivocarnos, porque de eso se trata ser
estudiante, de aprender.
Soy mayor de edad y aun vivo en casa de
mis padres, lo peor del caso es que vivo de ellos. Aún no he pensado en salirme
del núcleo familiar porque me siento enormemente bien ahí. A diferencia de los
jóvenes de la década de los 70, que pusieron en tela de juicio los lazos familiares
tradicionales (rebelándose ante la existencia de los rígidos papeles
autoritarios de los padres) y las concepciones morales, buscaban independizarse
y se apoyaban de formas alternativas de convivencia como las viviendas
compartidas; yo llevo una relación de amistad con mis padres, ellos me brindan
la estabilidad que necesito, sin su ayuda yo estaría en situación marginal,
porque mi situación económica es débil.
Son numerosas las ventajas de vivir en
casa de mamá y papá. Al llegar de la escuela o del trabajo, tengo comida
preparada. Mis amigos son bien recibidos en mi hogar. Tengo la posibilidad de
realizar actividades onerosas como ir a un concierto, salir de viaje con mis
amigos, comprarme ropa de buena calidad, etc.
Mis padres me ayudan en todo. Sé que algún
día tendré que emanciparme pero los echare mucho de menos.
La mera verdad es que las casas están re caras :/
La mera verdad es que las casas están re caras :/
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