jueves, 6 de marzo de 2014

La obesidad, enfermedad de la era tecnológica

La obesidad

Un padecimiento muy común y terrible en estos tiempos, es causado por consumir grasas, azucares y carbohidratos de manera excesiva, pero no sólo estos factores influyen en el desarrollo de esta enfermedad; la depresión, el estrés y la ansiedad, también son causa de su desarrollo. Esta enfermedad de la que te estoy hablando es, ni más ni menos que la OBESIDAD. Lo terrible de esta afección (que por cierto es crónica, o sea, de larga duración), es que no influye un único factor que la genere. Otro agente que participa, es el sedentarismo, sin duda el tener poca o nula actividad física, nos puede traer graves consecuencias.








Ya sé que el estilo de la vida actual, en el que el progreso tecnológico ha crecido a pasos agigantados, nos ha conducido a un mundo más cómodo. Y que también ha cambiado nuestra rutina diaria, porque el hombre de hoy, no tiene los mismos objetivos que el hombre del ayer, que dedicaba todo su esfuerzo, para alcanzar uno solo, el alimento. Realizaba una diversidad de acciones para atrapar a su presa, como observar, esperar y correr; y que sólo contaba con su velocidad y su fuerza natural para alcanzar ese objetivo. El hombre actual tiene diversas metas, como la realización personal, encontrar un trabajo bien pagado, ser exitoso y/o tener más dinero, etc, pero como vivimos en la era tecnológica, las actividades que realizamos, regularmente se realizan sin mucho esfuerzo físico, sin la necesidad de mover más que los dedos, nos mantenemos inmóviles durante varias horas al día.








Pero aunque tú digas “yo camino largas distancias todos los días”, en realidad el sedentarismo no es sólo la falta de actividad física como tal, sino una deficiencia de ella, porque uno puede realizar actividades que impliquen moverse, pero la actividad puede ser insuficiente, no sólo se trata de “caminar largas distancias”, sino de hacer una actividad de manera consciente y de modo rutinario.







La Conferencia de Consenso del NIH, USA 1985, indica que: "la obesidad está claramente asociada con hipertensión, hipercolesterolemia, diabetes mellitus no insulino dependiente y aumento de algunos cánceres y otros problemas médicos..." Como tratamos en nuestra entrada anterior, sabemos que la obesidad es una enfermedad que puede traer consigo enfermedades vinculadas, que a su vez pueden tener desenlaces fatales.








Como te has dado cuenta, la obesidad es una enfermedad que se genera por varias circunstancias, por lo que su tratamiento debe ser aplicado de forma integral por un grupo de especialistas: médicos, nutriólogos, psicólogos y expertos en activación física.



No olvides que es mejor es que acudas cuanto antes con tu médico. Si tú padeces esta enfermedad, ¡no te confíes y atiéndete a tiempo, una atención oportuna ¡puede salvarte la vida!




Creando Conciencia: La Obesidad en México




Tips para una buena alimentación 3ª parte

Estas son las cosas que NO debes hacer…

La comida chatarra, aunque es muy apetecible, y nos facilita la vida a la hora de cocinar, en realidad no nos hace ningún bien, por lo que debes evitar convertirla en el primer lugar de tu consumo.

Los dulces, las papitas (esas de las que no puedes comer sólo una), los chocolates, ¡mmm!, los chocolates (sí, duplique la frase a propósito para darle énfasis, ¡je, je!), y en general los alimentos ricos en azucares ingiérelos con suma moderación, y de preferencia evítalos. Además de que favorecen la aparición de caries (y a nadie le gustaría tener los dientes picados), son aliados de la obesidad ya que aumenta el valor calórico de la dieta (entiéndase por dieta todo aquello que forma parte de lo que se ingiere en un día).







El reparto energético suele ser erróneo, para que eso no te pase a ti te lo explicaré con una frase fácil de recordar, dice: Desayuna como rey (es la comida más importante del día, de ella dependerá el rendimiento que tengas en tus actividades cotidianas, pero no te confundas, no significa que te hartes de comida, recuerda comer sólo lo suficiente), come como príncipe (o sea ya no comas tanto como en el desayuno, “bájale dos rayitas”), y cena como mendigo (creo que esta no necesita explicación).









La gula, además de ser un pecado capital, es el peor enemigo de la buena alimentación. ¡No piques entre comidas!, por lo general, cuando comentemos este error, lo que le metemos a la tripa, es tristemente comida chatarra, como pastelitos y toda clase de comida con grasas saturadas (esas son las que te tapan las arterias, causándote colesterol alto, y que puede desembocar en un ataque al corazón), estos alimentos están de más, ¡evítalos!





No olvides que lo que lees aquí son sólo tips, lo recomendable es que acudas con tú médico quien podrá darte la asesoría y/o atención que necesites.

El equilibrio es sumamente importante, no sólo en la alimentación, en realidad aplica para TODO en nuestras vidas; ya conoces la trillada frase: “Nada en exceso, todo con medida”; así es que tampoco te obsesiones tanto con los alimentos y/o tu figura corporal, porque eso te podría traer otro tipo de complicaciones. Sólo hazme un favor: ¡cuídate!


Guerra contra la comida chatarra en México -- Noticiero Univisión