viernes, 23 de mayo de 2014

¿Vivo en una familia disfuncional?



 Familia disfuncional


Una familia disfuncional es aquella en la que el funcionamiento del grupo familiar opera de manera incorrecta, puede ser que éste mal funcionamiento se presente en todo el grupo familiar, demostrando que tienen problemas, o que algo no está bien en casa; pero también puede ser que sólo un miembro o dos presenten éste mal funcionamiento.










En el caso de un mal funcionamiento en todo el grupo familiar, sucede que todos los miembros se pelean constantemente, se gritan se echan la culpa de las cosas que no están bien en casa; o compiten entre todos para demostrar quién es el más triste, deprimido, miserable, jodido. Y en el caso de mal funcionamiento por parte de uno o dos de los miembros se da, cuando el individuo en cuestión, tiene mal carácter, conductas agresivas, descontrol con las emociones, es alcohólico, drogadicto, neurótico, depresivo, bulímico, anoréxico, nervioso, ansioso, con trastorno de défit de atención, etc. Estas características pueden llegar a causar molestia, malos ratos, peleas, disgustos, preocupaciones y hasta gasto económicos. Por lo que son vistos como un factor de disfuncionalidad familiar.








Familia Disfuncional







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Si quieres que te quieran, quiere 


Este es el caso de una Familia que en sus inicios estaba conformada por El padre, La madre, y Los hijos, que eran cuatro. Todo marchaba viento en popa. La familia era una de esas de tipo nuclear y tradicional, común y corriente pa’ que me entiendas.  

La madre era profesionista de título pero madre y esposa de vocación, o sea, no ejercía la carrera sólo estaba en casa cuidando de sus cuatro hijos y de su esposo, haciendo todas las labores que le corresponde hacer a toda estereotipada madre y esposa.



Pasaron los años y Los hijos crecieron, entonces La madre decidió que debía comenzar a hacer algo por ella, y emprendió la búsqueda de un trabajo. Tuvo una fuerte decepción al darse cuenta de que nadie la contrataba a causa de su inexistente experiencia en el ámbito laboral, y peor aún, no la contrataban porque La madre ya tenía más de 45 años de edad y las empresas buscaban gente joven y con experiencia para el puesto. La madre dejó de buscar trabajo, pero no tiró la toalla, ella era más astuta de lo que pensaban, así es que se autoempleó.



La madre adaptó la sala de su casa como salón de clases e inauguró una pequeña academia de lenguas extranjeras en su hogar —no olvidemos que La madre era profesionista, había estudiado Relaciones Internacionales, y tenía dominio de varias lenguas extranjeras.



El padre no recibió de buen modo las determinaciones que La madre había tomado, porque —decía él— lo estaba descuidando y su “amor” se estaba deteriorando —¡Chale! con la horrible actitud machista de El padre. Y Los hijos, acostumbrados a que La madre querida siempre les tenía tantas consideraciones, como hacerles de comer tres veces al día, lavar los traste que salían de esas comidas, lavarles, plancharles y doblarles las ropas, barrerles y trapearles la casa entera y de paso sus propias habitaciones, entre tantas otras cosas, pues resintieron la ausencia de todos esos mimos y, sí, como era obvio, no les cayó en gracia que La madre ya no estaba a su disposición, y la reacción de Los hijos inició con una terrible rabieta cual infantes mal criados, y culminó con reclamos y peor aún, la exigencia de la devolución de todas las comodidades antes mencionadas  —¡Ay! Los hijos… de su chi·$%&.



Las complicaciones de la familia protagonista de esta historia, no terminan aquí, en realidad es sólo el comienzo.



Convencido de que La madre estaba abandonando sus funciones como madre y esposa, El padre le fue infiel con una mujer que conoció en el trabajo,  llegó a niveles de chantaje emocional impresionantes, al grado de echarle la culpa a La madre de que él tomara esa decisión.



La madre finalmente cayó en el juego, y de ahí se desató una guerra campal en ese hogar.



El padre y La madre se peleaban. Los hijos se pelearan entre sí. La madre se peleaba con Los hijos. Los hijos se peleaban con El padre.



Los hijos se echaban la culpa los unos a los otros, de los pleitos que existían entre El padre, La madre, y ellos, y en paralelo El padre y La madre se culpaban el uno al otro.



La relación entre Los hijos, que antes había sido más que de hermanos de cómplices,  ahora se había tornado en una relación insoportable, llena de rencores, frustraciones, desapego y traición. La convivencia era tan desagradable que lo único que querían era estar fuera del hogar; pero esa era una idea poco viable, ya que desafortunadamente aún no habían adquirido el grado de autonomía emocional, moral y económica necesario para salirse de casa.



El escape de uno de Los hijos —llamémosle desde ahora Gokú— fue irse a vivir en unión libre con una muchacha —llamémosle Señorita cometa. Quizás hubiera sido una buena opción si no fuera por el hecho de que no era capaz de independizarse, aún no contaba con la estabilidad —principalmente económica— necesaria para hacerlo; y en vez de irse, llevó a casa, a su ahora cónyuge, que a su vez se convertiría en un nuevo miembro de la Familia disfuncional.



Otro de Los hijos —a quien llamaremos Mamá ojos de botón— quiso hacer lo mismo que Gokú; logró por un par de meses vivir de manera independiente con un Muchacho, pero al igual que el Gokú, no duró mucho esa independencia, y también el Muchacho —con el que se fue a vivir en unión libre, y al que llamaremos sólo Muchacho por su breve participación en esta historia— tuvo que mudarse a la casa de la Familia disfuncional. Fruto de esta unión, al poco tiempo nació un infante —al que llamaremos Aila.



Del Muchacho no hay mucho que contar… hubo una vez que El padre y La madre estaban peleando, y el Muchacho estaba cerca; El padre le dijo que si no apoyaba su postura, entonces se convertiría en un enemigo potencial y tendría que sufrir las consecuencias; el Muchacho no lo apoyó. Después de eso, no aguantó vivir mucho tiempo en esa casa y simplemente un día, se fue.



La familia ahora se conformaba por La madre, El padre, Los hijos (que son cuatro y entre los que están Gokú y Mamá ojos de botón), Señorita cometa y Aila.



Parecía que la Familia disfuncional iba en caída libre hacía un precipicio sin fin, vivían dentro de un amenazante y progresivo deterioro, e inmersos en un ambiente hostil donde reinaba la intolerancia; su peor pesadilla era coexistir en esa terrible guerra, guerra de la que nadie salía ileso, incluidas la Señorita cometa y Aila.



Llegó el día en que Aila cumplía 1 año de edad y Mamá ojos de botón le pidió a los miembros de la Familia disfuncional, que sólo por ese día, convivieran en paz. Se sentaron todos alrededor de una mesa. Nadie hablaba, y aunque no era lo mejor, por lo menos no se estaban peleando. Mamá ojos de botón estaba muy nerviosa y emocionada, por dos cosas, primero porque su querida hija Aila cumplía su primer año de edad, y segundo porque hacía tanto tiempo que no veía reunida a su Familia. Los nervios eran tan grandes que tropezó y el pastel que llevaba en las manos, cayó justo encima de  Gokú… en ese instante, antes de que Gokú tuviera tiempo de reaccionar y arremeter contra Mamá ojos de botón, Aila gritó con toda la potencia que su inocente voz le permitía –¡No, espera!, si quieres que te quieran, quiere.

FIN



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La solución


 El primer paso para corregir la disfuncionalidad en una familia, es cuando uno o más de los miembros se da cuenta de la existencia de ésta. No se trata de empezar a echar en cara a todos, las culpas o señalar  lo culpable que ha sido tal o cual integrante de la familia, no se trata de reprochar todo el daño que han causado, ya que poner por delante a los culpables, poco serviría para encontrar la solución de estos conflictos. La clave está en introducir pequeños cambios bien planeados, a través de uno de los miembros de la familia. Estos cambios harán que el sistema familiar, tenga una fuerza de "arrastre"  hacia la salud.


El segundo paso es el conseguir la ayuda necesaria por parte de un especialista.


El tercer paso consiste en lograr el cambio para la salud familiar.




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